Alma de Violonchelista
Historia del violonchelo
Primeros Años
Las antiguas civilizaciones ya usaban instrumentos de cuerda como la lira y el arpa para hacer música, melodías y como acompañamiento de la poesía. La historia del chelo comienza aquí, y poco a poco se le va añadiendo un arco. Algunas pinturas del siglo XIII nos muestran los primeros violines que, según los expertos, evolucionaron del rabel y de la lira bizantina/griega. Estos primeros instrumentos fueron caracterizándose con el tiempo según los métodos que se empleaban para tocarlos, por ejemplo, la viola da braccio (“brazo”) y la viola da gamba (“pierna”). Y aunque inicialmente la de gamba era la preferida, como instrumento aristocrático, los miembros de la familia del violín que conocemos hoy en día todos nacen del diseño de la viola da braccio.

Viola da gamba y viola da braccio
Según la Biblioteca Sinfónica de Viena, fue en el siglo XVI (entre 1520 y 1550) cuando los fabricantes de violines empezaron a crear lo que más tarde se conocería como el chelo moderno.
En la historia del violonchelo, los lutieres Andrea Amati (1581-1632), Gasparo da Salo (1549-1609), Paolo Maggini (1581-1632) son conocidos por ser los diseñadores del primer violín de contrabajo, llamado “violone”. Los instrumentos eran mucho más grandes de los que conocemos hoy en día, debido al hecho de que los tonos más bajos eran difíciles de alcanzar a no ser que el instrumento fuese más grande. Hasta tal punto, los acompañamientos y los gustos culturales habían favorecido a los tonos altos, pero como todos los gustos evolucionan, fue necesario desarrollar instrumentos que produjeran más variaciones, sobre todo registros más bajos.
Consolidando el Diseño del Violonchelo
Antes del siglo XVIII, los instrumentos que presentaban una afinación Fa-Do-Sol-Re eran o bien un bajo grande (su medida era de aproximadamente 2,8 m de largo) o una variedad más pequeña de unos 2 ½ cm más pequeño. Esto fue posible gracias a la invención de las cuerdas de acero en el año 1659. Sin embargo, desde 1700 a 1710, dominaba el interés por reducir el tamaño del instrumento y hoy en día, no queda ninguno de los “violines grandes pequeños” (traducción original de ‘violonchelo’) originales.
Fue Antonio Stradivari (1644-1737) quién creó el tamaño del violonchelo que conocemos hoy. Después de 1710, comenzó a fabricar chelos que medían entre las dos tallas originales y los lutieres de Europa siguieron su ejemplo (mucho de sus chelos originales se siguen tocando hoy en día). Su normalización ayudó a facilitar la aparición de virtuosos intérpretes, como el compositor y chelista Luigi Boccherini. Fue un pionero de la música que no utilizó el chelo sólo como técnica de bajo, sino que incorporó más trémolos, armonías y melodías avanzadas en el instrumento, demostrando que el chelo tenía la misma importancia que instrumentos solistas similares.
El sonido del violonchelo fue cambiando según iba cambiando la cultura (incluida la Revolución Francesa). A finales de siglo, el enfoque cambió de sonidos delicados creados para personas selectas a grandes audiencias. Los cambios se hacían para mejorar el volumen, la claridad y receptividad, evolucionando desde un timbre delicado con armónicos admirables a una mejor amplitud y esplendor. Algunos de los cambios fueron la subida del puente para aumentar la presión de las cuerdas y el volumen. El mástil y el diapasón también se extendieron, y el mástil se inclinó para mejorar la claridad y la respuesta.

J.S. Bach
Aunque la música del violonchelo empezó a crearse durante esta época, la primera obra principal escrita para este instrumento fueron las Seis Piezas de Bach. La historia del violonchelo nos cuenta que los diseños siguieron evolucionando minuciosamente durante los últimos años de 1800 y principios de 1900. El cambio más importante la pica o puntal fijo, que se incluyó para facilitar el balanceo.
Stradivari Establece las Reglas
De nuevo fue el gran Antonio Stradivari (1644-1737) quien estableció las normas. Aunque también fabricó modelos más grandes (80 cm) antes de 1710, acabó estableciendo las siguientes medidas:
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Longitud del cuerpo: 75-76 cm
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Ancho: 34-35 cm por arriba y 44 cm de ancho por abajo
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Resortes: 11,5 cm de alto.
Otros fabricantes de instrumentos adoptaron estas medidas y proporciones las cuales se utilizan hoy en día.
Estas nuevas medidas también prepararon el camino para el desarrollo de técnicas solistas en el violonchelo, siendo Luigi Boccherini (1743-1805) el defensor más importante. Un compositor y virtuoso del violonchelo que dejó de lados las técnicas para hacer un mejor uso del trémolo, armonías, tocando sul ponticello (sobre el puente) y extendiendo la melodía a registros más altos. Boccherini fue uno de los primeros en tratar al chelo no solo como un simple bajo, sino como una “voz” principal por derecho propio. Fue el quien también dio a los segundos violines y violas más tareas melódicas. Se le reconoce como uno de los pioneros de la típica composición clásica de cuatro y cinco partes de instrumentos de cuerdas.
La Segunda “Medida”
Los sobresaltos sociales y políticos de finales de siglo (Revolución francesa) y las innovaciones técnicas condujeron a cambios radicales en la vida musical. La responsabilidad de organizar y financiar los eventos musicales cambió de la aristocracia a la burguesía, lo que propició un cambio de audiencia. Los conciertos se convirtieron en algo normal en la sociedad, celebrándose en grandes salones ante una cada vez más creciente audiencia. Apareció la figura del virtuoso itinerante. Esta nueva situación resultó en un cambio de audiencia por el tipo de sonido que se requería, un nuevo sonido más poderoso y brillante.
Para lograr esto, se realizaron las siguientes modificaciones en la fabricación de todos los miembros de la familia del violín, empezando alrededor de 1800: el puente se elevó y se hizo más fino para incrementar la presión de las cuerdas y, por tanto, el volumen; las cuerdas se hicieron más finas y se tensaron más, haciendo el sonido más claro; el mástil se inclinó; al mismo tiempo el mástil y el diapasón se alargaron. Para hacer frente de la presión aumentada de las cuerdas, también se reforzaron la barra de bajo y la caja de resonancia.
Encabezado 1

Leo Schulz tocando el chelo
Aunque los viejos instrumentos tenían un timbre delicado y transparente rico en armónicos, los nuevos sonaban más plenos y lustrosos.
Incluso en los violonchelos antiguos y grandes, las cuerdas vibratorias eran de unos 2 cm más cortas que las cuerdas de los instrumentos más pequeños de hoy en día, debido al alargamiento del mástil arriba mencionado.
Desde entonces no se han hecho más cambios de este calibre en la fabricación de los instrumentos.
Formas especiales

Partes del violoncello
